jueves, 6 de enero de 2011

Un centenar de sillas...

Un centenar de sillas desbastan los golpes de los tiempos

que corren porque nada hay más vacuo en la idiosincrasia de un puerco

Quien quiere recitar odas de mades

que levante la mano total las señoras cultas se escandalizan de a pares positivo positivo negativo negativo.

Nunca he comido ostras.

Se me hace que la rosa es para impresionar aunque no se me ocurra a cuantos

los desterrados duermen en arcón de recuerdos y ni unos ni otros se colman de deseo a la hora del té. Puede que tengan sueño(s). Puede que no. De cualquier manera

se hacen las cosas cuando los tiempos que corren corren tan rápido y mi pie es plano como un mapa de ciertas latitudes que tal vez no recuerde en mi vida.

Comeré ostras mañana. Quizás pasado.

No hay comentarios: